En este blog se presentan las algunas influencias las cuales intervienen en la ideología del mexicano.
La propuesta explicativa que se retoma aquí tiene que ver con la idea del modelo originario de Panebianco, quien señala que la estructura organizativa y las estrategias de acción de los partidos políticos, y su posterior desarrollo, están determinados por su proceso de fundación. Aquí se exploran los liderazgos de los partidos políticos, cuya naturaleza en el Estado de México está determinada por la forma en que los líderes organizan y disciplinan a los miembros de sus organizaciones.
En el liderazgo son importantes aquellos que ocupan los (privilegiados) puestos conductores de un partido político, grupo social o colectividad. Éstos líderes despliegan poder efectivo o generan obediencia consentida entre sus seguidores. Por tal motivo, el papel de ellos es importante, pues determina en gran medida el desarrollo del grupo, partido o institución de que se trate. Los tipos de liderazgos se pueden distinguir a través de la revisión de tres elementos:
a) Si el liderazgo se desempeña en un contexto específico de interacción y refleja en sí mismo (y en su cometido) la situación de su contexto.
b) Si manifiesta determinadas motivaciones del líder y requiere de ciertos atributos de personalidad y habilidad; además de otros recursos en general (motivaciones y atributos), variables del papel en función del contexto.
c) Si el líder está ligado a las expectativas de sus seguidores, con sus recursos, demandas y actitudes.
Así, los liderazgos en los partidos políticos pueden explicarse a través del contexto en que se desenvuelven, las características del líder y por la interrelación de intereses de éste con los demás miembros. Con base en tales elementos, se considera que los líderes en los partidos políticos pueden ser de tres tipos: rutinario, innovador o promotor.
El tipo rutinario se aplica cuando el líder llega a una institución ya establecida y se convierte en el indiscutible dirigente. Un ejemplo, para el caso mexicano, es el gobernador de una entidad, quien al acceder a dicho cargo público se convierte en el líder político indiscutible del partido en el poder. Una vez que el liderazgo está institucionalizado las personas que ocupan dicha posición se convierten en los líderes naturales del partido o grupo político.
El innovador corresponde al líder que llega a transformar las formas de organización de una institución, agrupación o partido político. Se trata de una personalidad que encabeza un proyecto de reactivación de un partido político que se encuentra estancado o frenado en su desarrollo y requiere de modificaciones sustanciales. Aquí hablamos de nuevos guías del partido político que le imprimen una dinámica más intensa a la organización.
Finalmente, el tipo promotor se refiere al líder que funda un partido político y que se encumbra como el conductor personalizado de la institución y se convierte en el guía de los destinos del grupo. Son líderes que buscan establecerse o crecer en una entidad en donde no tienen presencia. En éstos, la capacidad de organizar, conducir y decidir es importante para el progreso de la organización.
El estatus que tiene un partido político, ya sea establecido o de reciente creación, influye en el tipo de liderazgo que encontramos en los mismos. Generalmente en los de nueva creación se erigen promotores que personalizan y centralizan los destinos de la institución; en los partidos ya establecidos encontramos los rutinarios o innovadores, quienes se colocan en los partidos políticos imprimiéndole sólo un toque personal o bien transformándolos.
Por otra parte, los partidos políticos exteriorizan un conjunto de ideas y convicciones políticas que reflejan la forma en que conciben y ejercen el poder. En ese sistema de ideas y creencias declaran, principalmente los líderes, la forma en que gobiernan o van a gobernar, así como la manera en que representan a la ciudadanía y trabajan por el bien común. Ese conjunto de propuestas, posturas y convicciones es lo que denominamos ideología partidista.
Para fines del presente escrito, el concepto de ideología se entenderá como un conjunto de ideas y de valores concernientes al orden político que tienen la función de guiar los comportamientos colectivos. En un sentido más específico, como "un sistema de opiniones, ideas y de conceptos profesados por una clase o partido político".
En el ámbito de las ideologías partidistas, éstas están dirigidas a organizar el consenso hacía el tipo de líneas políticas y prácticas de gobierno, que los dirigentes y candidatos de los partidos políticos ponen a consideración de los ciudadanos. Dichas ideologías tienden a ser tan cerradas o abiertas como el contexto y los fines que se persiguen lo permiten. Sartori ofrece una serie de elementos que ayudan a entender el carácter de las ideologías.
Conforme a la figura anterior, las ideologías pueden ubicarse en cuatro posturas, dependiendo del estado cognoscitivo y emotivo de sus elementos:
I. Los elementos fijos son rígidos, mantenidos de modo dogmático y rechazan tanto la argumentación como cualquier evidencia. Son bien definidos. Como tales, son elementos cuyo cambio puede sólo ser traumático y estresante puesto que tienen alta intensidad emotiva con fuerte potencial activista.
II. Los elementos inelásticos son refractarios a la argumentación y a la evidencia, pero su potencial activista es débil puesto que no son sentidos permanentes. Por otro lado, y por el mismo motivo, pueden desvanecerse o abandonarse sin consecuencias traumáticas.
III. Los elementos firmes se mantienen fijos, pero al mismo tiempo están abiertos a la evidencia y a la argumentación. Al ser persistentes en el tiempo son, por lo tanto, siempre adaptables y cambiantes. Tienen un potencial dinámico mayor que el de los elementos inelásticos.
IV. Los elementos flexibles son sentidos muy débilmente, están abiertos a la argumentación, a la evidencia y también a la conveniencia. Son, por lo tanto, evidentemente cambiables. Por otro lado, su potencial dinámico es particularmente bajo. Pragmático, sistema de creencias basado en elementos flexibles, caracterizado por baja intensidad emotiva y una estructura cognitiva abierta.
En la aplicación al análisis ideológico de los partidos políticos, partimos de que en México las posturas cerradas y fuertes no son asumidas en la práctica por las organizaciones partidistas, sino sólo aquellas más abiertas y flexibles, las asociadas con el pragmatismo político. No obstante, debido a que, de un partido a otro, hay diferencias de matices, por los objetivos que persiguen los dirigentes, conviene hacer las particularidades para los partidos políticos mexiquenses. Pero antes se explora la importancia del origen y establecimiento de dichas fuerzas en el Estado de México, para revisar como influye en los liderazgos e ideologías.
Haciendo una conclusión se puede mencionar que la ideología de los mexicanos deriva de muchas cuestiones, sobre todo después de la revolución, ya que se obtuvo una realidad diferente a la que se tenía anteriormente. Por ello, cabe destacar que como en todas realidades o ideologías siempre hay errores, pero bueno conocer los diferentes puntos de la ideología mexicano para crear nuestra propia ideología y si es posible sea aún mejor.
Por último me he permitido adjuntarles un vídeo que da sostén a lo ya mencionado:
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